ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
• Hoy, a las 21, y mañana, a las 20, en el Mercedes Sosa (San Martín 479). Las entradas se retiran de la boletería del teatro, de 9 a 21. Sólo quedan disponibles para mañana.
El Ballet Folklórico Nacional está de vuelta en el Teatro Mercedes Sosa. con su espectáculo 2017 “Luz de luna”. El programa recorre costumbres, paisajes, música y danzas de todas las regiones argentinas, y presenta números nuevos. Este año la compañía atraviesa una temporada complicada, signada por la falta de conductor y por diversas irregularidades, que esperan que se reviertan a partir del llamado a concurso para cubrir los cargos de director y vice.
El sol abre el telón, pero la luna gana protagonismo desde el nombre en el espectáculo de esta temporada del Ballet Folklórico Nacional (BFN). Cuarenta bailarines, más el equipo técnico y administrativo -un total de 57 personas- que han cosechado premios y reconocimientos en muchos festivales, conforman el cuerpo nacional que viene por tercera vez al Teatro Mercedes Sosa, con entrada libre y gratuita y en dos funciones.
En el programa está presente una obra emblemática de don Santiago Ayala y Norma Viola, los maestros fundadores de la compañía: “Chacarera de la luna”.
“En la soledad del monte santiagueño, un hombre espera que alguien baje a bailar con él. Aparece la luz de la luna en el cielo, se transforma en bailarina y baja a bailar con él una chacarera. La luna está muy presente en el espectáculo, le da el carácter, y de ahí el nombre, Luz de luna”, dispara Raúl Marego, coordinador artístico del ballet.
Novedades y las de siempre
“Hay varias obras que no se vieron en 2016 -señala Marego-: ‘Mozart en domingo’, la versión completa del homenaje a Norma y Nidia Viola, con música de Alberto Ginastera, la recreación de ‘La media caña y ritmo de chaya’, la versión nueva del ‘Canto’. Era una obra que se había hecho en versión reducida -era un dúo- y que ganó en Cosquín. Ahora fue modificada y se integró a todos los bailarines, así que es una tercera versión que se verá por primera vez en Tucumán”.
Entre las infaltables están “Zamba y chacarera” y “La vendedora de pescado y el tape”, emblemática de los maestros Ayala y Viola.
Coreógrafos invitados
Marego destaca la presencia de coreógrafos invitados que reponen sus obras, como Ana María Stekelman, “que -explica- viene de otra rama de la danza y trae ‘Mozart en domingo’, que apela a la música del genio de Salzburgo y de Domingo Cura, a cargo de Hernán Nocioni, y expone a los bailarines a un trabajo interesante en una propuesta nueva”.
Al respecto Stekelman declara en la página web del ballet: “es una síntesis entre música clásica y la de Cura, nuestro gran percusionista. Trabajar con esta compañía es un placer. La reposición de las obras las hacen los mismos bailarines. Es muy hermoso ver ese trabajo”.
“Algunos preguntan, extrañados: ‘¿Mozart?’. Esta obra tiene algo de europeo y algo de criollo, tal como somos, por influencia cultural -apunta Nocioni-. He bailado la obra así, que me corrí de bailarla y simplemente la remonté. La maestra Stekelman participó de los ensayos dirigiendo. Es un placer contar con una madre de la danza en la Argentina. Conoce muchísimo de folclore: conoce la historia del ballet. Los bailarines estamos atentos cuando alguien así nos engalana”.
Danza difícil
Omar Fiordelmondo, que dirigió el BFN hasta 2016 y Margarita Fernández como vicedirectora hasta 2015, fueron los primeros en concursar el cargo por un período de cuatro años. Fiordelmondo continuó en la dirección, mientras esperaba que se realizara el llamado a concurso, porque ya se habían cumplido los cuatro años. A fines de 2016 él deja el cargo y se sigue trabajando arduamente por lograr el llamado a concurso. En el medio hubo varios cambios de gestión que influyeron en la demora y ahora, finalmente, salió el llamado”, anuncia Marego. (Para los interesados de todo el país, en la página www.cultura.gob.ar están las bases y requisitos. Hay tiempo de presentar proyectos hasta el 8 de septiembre).
Duro trasfondo
“Es arduo este año. Estar sin dirección no es nada agradable porque no tenés guía ni artística ni laboralmente. Llevamos ocho meses así. Por suerte somos un grupo muy unido, y somos conscientes de la responsabilidad que tenemos para con la sociedad. No hemos suspendido funciones ni giras, y hay programadas otras”, informa Nocioni, que además es delegado de los bailarines.
En el tema salarial también hubo irregularidades. “Ahora nos hemos empezado a acomodar un poco, pero hubo compañeros que estuvieron un año sin cobrar. Recurrimos a la famosa vaquita para ayudarle a pagar la pensión a una compañera de Bahía Blanca, porque no cobraba. Es muy difícil la situación. En el programa anual hemos bajado la cantidad de funciones respecto de otros años. Cuesta seguir adelante porque carecemos de insumos, como telas para los trajes; nos hacemos cargo de la compra de materiales, como sombreros, cintas para tapetes, jabón en polvo...”
En definitiva, el ballet se sostiene internamente. “Hacemos nuestra lucha, y damos a conocer nuestra problemática fuera de los horarios laborales; tratamos de que sean manifestaciones artísticas. Pero cambian las gestiones y todo es pelear y negociar. Esperamos ver la luz ahora, con el llamado a concurso, y que se empiece a destrabar. Falta un orden hacia adentro, y una política cultural hacia afuera, que nos ampare y defina qué se quiere hacer con el BFN”, dice el bailarín en nombre de sus representados.
Desde el 9 de julio de 1990, cuando debutó en el Teatro Colón, dirigido por Santiago Ayala y Norma Viola, el Ballet Folclórico Nacional hace danza los mitos, las costumbres, las historias, las leyendas y los paisajes de todas las regiones argentinas. Y quiere seguir haciéndolo.
“El folklore involucra todo, no sólo himno y bandera”
Durante la charla con LA GACETA, Raúl Marego y Hernán Nocioni no dejaron dudas sobre el trabajo del ballet. “Nosotros tenemos bien claro para qué existe el Ballet Folklórico Nacional; porque da identidad como nación y defiende la cultura. No es ni mejor ni peor. Sobre todo en épocas de indefiniciones, es importante que preservemos la zamba, la chacarera o el gato, y que por medio de nuestras danzas expresemos lo que somos. Cuando hablamos de identidad hablamos de memoria, de tradición. El folklore involucra todo, no sólo himno y bandera. Por medio de nuestras danzas nosotros manifestamos nuestra identidad, creencias, cultura, ser nacional. Es muy importante su función como ballet de repartir en todas las provincias ese ser nacional; que en Tucumán bailemos algo del litoral, y viceversa”, destacó Nocioni con tonada cordobesa.